Entré y vi un ángel en el mostrador. Maravillado le dije:
- Santo Ángel del Señor, que vendes?
Me respondió:
- Todos los dones de Dios.
Pregunté:
- Cuesta mucho?
Me respondió:
- No, es todo gratis.
Contemplé la tienda y vi frascos con sabiduría, botellas con fe, paquetes de esperanza, cajitas con salvación, potes con amor.
Tomé coraje y pedí:
- Por favor, Santo Ángel, quiero mucho amor, todo el perdón, una botella de fe, bastante felicidad, y salvación eterna para mí y para mi familia también.
Entonces el Ángel del señor me preparó un pequeño paquete, tan pequeño que cabía en la palma de mi mano.
Maravillado, una vez más, le dije:
- Es posible que todo esté aquí?
El Ángel me respondió sonriendo
- Mi querido hermano, en la tienda de Dios no vendemos frutos. Apenas semillas.
Autor desconocido
...
¡¡eso si que sería cultivo ecológico!! :D
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEn la Tienda de Dios apenas quedan semillas porque las sembró, casi todas, en los seres humanos.
ResponderEliminarHagamos germinar la Semilla!!!!!