Propuestas para la transformación tranquila -11.534.233-

-11.534.233-  No hay ninguna razón –salvo en Venus-  para que leas esta frase que aunque larga no quiere ni va a querer decir nada en absoluto y está destinada a finalizar pudiendo decir absolutamente nada todo el tiempo que te lleve leerla y por ende tener tantos significados como personas hallan intentado acabarla sin trabarse en su lectura o no acaben desesperadas por que ya no tienen tiempo de leer frases largas en ningún sitio y menos vacías de significado que además son improcedentes y no llevan comas para respirar y son tan incongruentes como quedarse callado ahora y seguir escribiendo por la propia inercia ó bien tienen demasiadas posibilidades intrincadas para poder ser escrutadas y decodificadas o analizadas para clasificarlas y descifrar todos los enigmas y misterios sobre la marcha metiéndolo todo en una caja con una mente que halla hecho pis y decir con ardor y sin miedo: ¡MUSICAMORFOLOLAYLO! en un plog-in de vaya usted a saber quien… Si has tenido tiempo para leer lo anterior recordarás todo lo del principio, hacia el final. Es como la Vida misma. Por otro lado, todo es improbable, según se hable. Sin ir más lejos en el espacio, que si en el tiempo (dislesia espacio-temporal de Einstein),  se puede decir sin alarma social que…”el dilema bilabial se gestó en aquel que fue el bable ímprobo (impro-bable) de mis ancestros, que aun se babla a buena altura, sobre las brumas del norte”. Si has perdido la calma es muy recomendable que lo leas todo otra vez. O más. Hasta que te calmes tanto que puedas cantar sin parar y esto te haga perder el juicio. Esto hará que tu juicio ingrese en objetos perdidos hasta que dejes de entender que entiendes o puedas repetir toda la frase entera, con acento tirolés, en la sección prenatal de tu ferretería más cercana.