Mucho se habla, sobretodo en Internet, del nuevo orden mundial. Desde aquellos primeros índices de la era global (donde algunos querian ver una aldea y otros querían ver algo similar al 1984 de Orwell), en lo que todo está interconectado masivamente, han pasado años en los que determinados y exclusivos clubs han empezado a ser detectados por la gente "común".
"Gente Sonriente" de María Burgaz
Existen sectas, de mucha antigüedad, como Skull&Bones, (calavera y huesos, como los piratas) que de facto, controlan, desde el comienzo de los Estados Unidos de America, los principales poderes de esta nación que, junto con algunas de sus ramificaciones (KKK) han ido manejando asuntos que se suponen solo son para el desempeño político. Estas sectas y clubs, están intimamente ligadas a corporaciones (lo que antes se conocia por multinacionales) que presionan a todo bicho viviente, incluidos los bichos-gobierno. Se habla (con datos esclarecedores) de un gobierno dentro del gobierno y de poderes casi absolutos que hacen y deshacen a su antojo a través de toda la Tierra, en “beneficio” de solo algunos, pertencientes a la “elite”. Manejando globalmente a través de lo militar, lo médico, lo educativo, lo económico, lo religioso, lo familiar, lo cultural, lo propagandístico, lo social, lo democrático y lo lailo.
Vaya.
Todo esto, ha dejado de ser un acto de conspiración para convertirse en un acto de transpiración. Sudan mucho.
Pero ¿quién tiene el control?. ¿Aquellos que llaman Illuminati?, ¿Reptilianos?. ¿Extraterrestres malísimos? (más que los que aparecen en las pelis).
¿Quiénes controlan?… ¿a quienes?
Se habla mucho (en la web) de estos y otros, pero no he oído hablar nada de otras sectas, más difuminadas, pero no por ello, menos determinantes. Entre ellas, están los “Alucinati”: un conglomerado de extravíos misticoides, neochamanismos, sacacuartos nirvanicos de última generación, gurús-mono que repiten lo mismo de siempre pero “vestidos” a la última moda newage, seudocientificos del “nuevo” paradigma y todo un séquito sequito de curanderos del alma que organizan “cursillitis” y “talleritis” por todos lados. De hecho, he conocido algunas personas que, habiendo hecho un par de cursillos, se autoemplean de seguido como “facilitadores” para el cambio a cambio de unos cuartos (pa comer, claro). De entre todo esto, siempre hay algún grano (que no de pus). Como no. Lo demás es paja, ilusión y comercio. Pero en cambio no son malos, no. Solo intentan sobrevivir, a costa de vender ilusiones como si fueran realidades. Pero la realidad, como la razón, se tiene sola.
Teniendo en cuenta que, en “nuestra” tradición-programa judeo-cristiano/sumerio-babilónico/greco-latíno, la mayor parte de la población, tiene culpa y pecado vital en su código cojonetico y que, por tanto, consideran a este mundo un valle de lágrimas y a nosotros los humanos, como mierdecilla cósmica, es muy normal que aumenten los suicidios por doquier y los diversos estados-zombi, ya que mucha gente, ni sabe ni quiere vivir. No así, claro. Aparece, enquistado, el sufrimiento que deriva de la locura del uniforme, del cargo que se carga tu vida, y de ahí al medicatorio para que alguien (ahí fuera) le solucione a uno los problemas del otro “medio ambiente” que cada uno lleva dentro. Muy cansado ir contra una corriente tan fuerte. Que se lo digan a los salmones. Apatía por la no empatía. Trabajo fuera y desocupación dentro. Cansacio crónico. Canceres y “enfermedades incurables y degenerativas”. Soledad incomprendida y miedo. Mucho miedo. Panico disimulado (que no se note mucho fuera, que me echan del curro, del bar o de casa).
Si “la -verdad- os hará libres”… la –mentira- os hará esclavos. EsClavos y Martillos. Esclavitud cerebral.
De ahí, de todo ese caldo surge, quizá, la más antigua secta. La más oculta de todas: Los ACOJONATI.
Esta secta es la más destructiva que se conoce. Ya que permite que todas las demás hagan su trabajo (el cual se considera el más deshonesto). Se consideran en manos de todas las anteriores, y que están sometidos bajo el control total de aquellos corporativos. Inmuno-deprimidos depresivos dependientes de lo aparente, se quejan de lo mal que está todo y no tienen más propuestas que: es lo que hay, así es la vida, ellos tienen la sartén por el mango, un día me voy a liar a hostias y otras parecidas. No es la única secta que no sabe que lo es, ya que no actúan cooperativamente, pero sin saberlo, en la actualidad es la más poderosa sobre la faz de la Tierra.
No son los Illuminati los verdaderos amos, no. Son los Acojonati (también conocidos por Acongojati), que se esconden tras la servidumbre y sumisión del miedo. Por el miedo a perder, se pierden en el miedo. Los Acojonati tienen el poder, aunque no lo sepan.
Este es el verdadero gobierno oculto del nuevo orden mundial.
