Me exilio
De todo el lío
De gente la gente triste
Que aparenta ser normal
Me exilio al Sol
Que el derrita
Todos los recuerdos
Que no he tenido
Me exilio
de las miradas
De un país corto
De una nación
Sin la tradición
De escucharse
De apreciarse
Me exilio
De la torpeza emocional
Del burócrata del bar
Del festín de los mas necios
De los muertos patrios
Me exilio
De la ausencia presente
De los noticia chabacana
De la teleprisión social
Me exilio
de una Tierra
Al norte del sur
De esta África hecha Europa
A golpes de farsantes
Que se dicen gobernantes
Me exilio
Del mete y saca racional
De la corrida nacional
De todo lo banal
Que parece importante
Me exilio
de la zapatilla importada
De la tostada quemada
Del bar de la esquina
Del de la cara de oficina
Del cuento maniqueo
De la historia que no viví
De los libros de texto
Que marcan las horas
Del burdo gesto
Exilio sin fuga
De una tierra
Que no se merecen
Los que no la aman
De cabezas llenas de ruido
Me exilio
de sus cuentas
De sus ventas y sus rentas
De impostores legalizados
En parcelas y adosados
De gente que le sigue la corriente
Al mercado demente
De la marca y del marco
Del incomparable hastío
De esa vida del miedo
Hecho calumnia, injuria
Y jurisprudencia
Me exilio
de la operación estética
Del triunfo sin fundamento
De la imposición de lo feo
Como forma de vida
Me exilio
de los éxitos políticos
De los logros sociales
Del festival de la soberbia
De la democracia neofascista
Que a los niños desprecia
Me exilio
De la resaca del lunes
Del todo está inventado
En un país reventado
De envidia y mal humor
Me exilio
para volver a caminar
Con las maletas del alma llena
Que no se merecen la pena
De los que están en deuda consigo
De los ojos que no me miran
Porque temen mi mirada
De los que creen que me han visto
Sin haberse visto a ellos
Me exilio
de las fronteras pasajeras
De la mente ortogonal
De los grandes hitos
De los enajenados de la alta sociedad
Con tacones falaciegos
Me exilio
De aparecer en los festivales
De aquel si, pero tu no vales
De la provincia de estados hundidos
Que vende a su madre
Por una coronilla principal
Me exilio
de la publicidad del dolor
De el acto de conformidad
De la palabra correcta
De una mente sin corazón
Me exilio
de los ciegos mundos de España
Del Principado de los premios irreales
Del cartel y la pancarta
De los que luchan por su fama
Mas de la Tribu
no me voy
Es ahí donde estoy
Entre árboles y aves
Que nadan en mi interior
No me voy de mis amigos
De mis hermanos de las montañas azules
No me voy del amanacer de cada día
Ni de mi Luna llena de Sol
Ni de los cantos rodados
Del circulo de fuego
No me voy de “mi” Tierra
No podría aunque quisiera
No me voy del canto del agua
Que bebe mi alma
No me voy de los niños que sueñan
Ni de los viejos que juegan
Ni de la gente que crea en su corazón
No me voy del acto coral
Ni del teatro radical
No, solo me exilio
Hasta que la guerra termine
Hasta que dejen de tirar bombas fétidas
En el bosque sagrado
Hasta que la cigarra vuelva a cantar en cada casa
Y los siervos dejen de ser serviles
Para poder sentir el hormigueo
Y ser hormiga para cantar
Hasta que no cambie el cambio
Que no sea solo un recambio
Quizá solo quede una parcela de esta Asturias
Que sea de quien pueda pagarla
O quizá, tras el tropelio
Se dignen escuchar
A la gaita y al tambor
A la manzana y al mago
Que mora en el interior las cumbres
Y se oiga sonar una campana
Que no tenga dogma que cantar
De Asturias no me voy
Porque soy naturaleza real
Que no necesita espacios protegidos
Para caminar
El verdadero premio
Es amar lo vivido
Y estaré entre vosotros
Como uno mas
Y no me veréis con los ojos
Ni me sentiréis con las manos
Estaré aquí, entre este fuego
Y el de las estrellas del cielo
Cantad y danzad conmigo
Que de esta música tan suave
El viento será el testigo
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